San Cristóbal, mártir, patrono de los conductores. La
leyenda de este santo se resume toda en la etimología de su nombre. Es un joven
licencioso, pagano, que recorre el mundo en busca de la felicidad, pero está
preocupado de hallar la verdad y acallar su conciencia, que le reprende sus
extravíos. Se pone a servir y no halla ningún amo que contente y satisfaga sus
aspiraciones. Un día, después de mucho bregar por el mundo, se le hace
encontradizo el mismo Jesucristo en figura de tierno niño que quiere pasar un
río. Le toma en brazos el gigante y, al llegar a la orilla, Jesús se le descubre
y le convierte; Cristóbal se bautiza y halla la felicidad que andaba buscando.
La historia le hace soldado del ejército del emperador Cordiano. Se convierte en
el reinado del emperador Felipe y muere asaeteado en la persecución de Decio,
Licia, s. III. Según el rito mozárabe, con él padecieron diez mil
cristianos.
Felicidades